El paro parece una maldición que persigue a nuestro país. Durante unos años creímos que la habíamos dejado atrás. Era un espejismo. El mercado de trabajo español seguía siendo profundamente deficiente. La disminución de la tasa de paro se produjo gracias, sobre todo, al empleo temporal generado por la burbuja inmobiliaria. Se mantenía así, e incluso se agravaba, un fallo endémico de nuestro marco laboral: la dualidad entre trabajadores fijos y temporales. Este problema se conoce y se arrastra desde hace décadas, pero, reforma laboral tras reforma laboral, no se le pone solución. Llegó la crisis y los primeros que se fueron al paro fueron los trabajadores que enlazaban un contrato temporal con otro. Después vinieron los ERE y las quiebras de miles de empresas. El 26 de abril se anunció oficialmente que España había superado los seis millones de parados.
Unión Progreso y Democracia pide el establecimiento del contrato único indefinido con indemnización creciente por despido. Facilitaría la relación a largo plazo entre empleados y empresa, incentivaría las inversiones en formación, simplificaría la maraña de contratos existentes - que sólo dan trabajo a las gestorías - y acabaría con la perniciosa dualidad y la desigualdad que genera entre unos españoles y otros. No es una idea original de UPyD, sino la medida más reclamada por los economistas de todo el mundo especializados en empleo. Incluso hubo un tiempo en que era defendida por algún economista español que hoy es ministro en el Gobierno de Rajoy.
Fuente: http://www.upyd.es/contenidos/secciones/473/Contrato_unico_indefinido
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