Si alguien deja un sobre con dinero y sin nombres ni apellidos en una mesa, eso no es financiación ilegal. Si un partido político lo coge, se lo guarda y lo usa, entonces sí se está financiando ilegalmente. En cambio,si otro partido ve el sobre y avisa a las autoridades de que alguien ha dejado eso allí y lo custodia sin usarlo, esto no es financiación ilegal, sino cumplir la ley. El PP, el PSOE y muchos otros partidos cogieron los sobres y se los guardaron. UPyD lo puso en conocimiento del Tribunal de Cuentas y desde entonces está esperando a que se le indique qué hacer con ese dinero, que está en una cuenta bloqueada de la que nadie puede disponer.
Estos son los hechos. No porque lo diga UPyD, sino porque los reconoce el Tribunal de Cuentas en sus informes. Sin embargo, algunos medios de comunicación hablan de irregularidades en la financiación de los partidos sin hacer las debidas salvedades. Hoy lo hace el diario El Mundo. Las siglas de UPyD, al que el Tribunal de Cuentas no tiene nada que reprochar, aparecen junto a la del resto de partidos, que sí tienen mucho de lo que responder.
Otro medio de comunicación, el ABC, dedica el espacio que le queda libre por su elusión delcaso Bárcenas a difundir los bulos que el PP de Madrid lanza contra ladiputada autonómica de UPyD Elvira García. Los populares la acusan de no acudir tanto como los demás a las reuniones de la Junta de Portavoces. Querían castigarla y pidieron un informe a los muy politizados servicios jurídicos de la Asamblea de Madrid (dirigidos por un cargo de confianza del PP) para que impusiera sanción. Como no tiene base alguna, el informe sólo ha podido hacer valoraciones sin efectos y totalmente absurdas.
García es la tercera portavoz de UPyD. No tiene la obligación de acudir a las reuniones, así que sólo va cuando no pueden hacerlo alguno de los otros dos portavoces. En cambio, el resto de partidos tiene la costumbre de llevar a sus tres portavoces. ¿Para qué? No se sabe, porque lo cierto es que no es necesario. En cambio, Elvira García trabaja -sin tener dedicación exclusiva como diputada- en numerosas comisiones. Los diputados de UPyD en la Asamblea han presentado una media de 800 iniciativas, el doble que el Grupo Socialista y 500 veces más que el PP. «No tiene ningún sentido que un diputado cobre por una función que no desarrolla», dijo el portavoz popular en la Asamblea en alusión a la diputada de UPyD.Sólo consiguió sembrar el pánico en sus propias filas.
Hace falta arrogancia para que el partido de Gürtel, de Bárcenas, de Brugal, del caso Aneri, o del ático en Guadalmina (por citar sólo unos pocos ejemplos) se permita orquestar -con la inestimable colaboración de los medios concertados- tan burdas operaciones. Hace falta arrogancia para movilizar a la Fiscalía cuando el Tribunal de Cuentas -cuya politización ha denunciado UPyD sin descanso- ha evitado ejercer su capacidad punitiva en los múltiples casos de financiación irregular que ha conocido. Hace falta arrogancia para atacar a una diputada de un grupo que está denunciando los impresentables sobresueldos que se reparte la cúpula del PP en la Asamblea de Madrid.
¿De dónde sale tanta arrogancia? De la impunidad. El bipartidismo paga poco o nada por sus abusos. Ya no se preocupan de limpiar su imagen -misión imposible a estas alturas- sino de simular que todos somos iguales. Instalados en en cinismo, pretenden decirles a aquellos que consideran los suyos: "mira, tienes razón, todos los partidos somos impresentables, pero nosotros somos vuestros impresentables". Para ello cuentan con la maquinaria mediática engrasada a base de publicidad institucional, licencias y ayudas públicas. El bipartidismo -con todas sus extensiones- contempla a UPyD como el auténtico peligro. Ni los secesionistas, ni los corruptos, ni la crisis: sólo UPyD amenaza su estatus privilegiado. Aterrorizados por las encuestas, insistirán en su peor mentira: que en España no hay alternativa a la corrupción.
Creen que UPyD se atemorizará cuando vea publicadas sus manipulaciones en la prensa amiga del bipartidismo. Si a estas alturas no han comprendido que esto no va a suceder, es que están tan ciegos para su propia crisis como lo estuvieron para la que sufren todos los españoles.
Estos son los hechos. No porque lo diga UPyD, sino porque los reconoce el Tribunal de Cuentas en sus informes. Sin embargo, algunos medios de comunicación hablan de irregularidades en la financiación de los partidos sin hacer las debidas salvedades. Hoy lo hace el diario El Mundo. Las siglas de UPyD, al que el Tribunal de Cuentas no tiene nada que reprochar, aparecen junto a la del resto de partidos, que sí tienen mucho de lo que responder.
Otro medio de comunicación, el ABC, dedica el espacio que le queda libre por su elusión delcaso Bárcenas a difundir los bulos que el PP de Madrid lanza contra ladiputada autonómica de UPyD Elvira García. Los populares la acusan de no acudir tanto como los demás a las reuniones de la Junta de Portavoces. Querían castigarla y pidieron un informe a los muy politizados servicios jurídicos de la Asamblea de Madrid (dirigidos por un cargo de confianza del PP) para que impusiera sanción. Como no tiene base alguna, el informe sólo ha podido hacer valoraciones sin efectos y totalmente absurdas.
García es la tercera portavoz de UPyD. No tiene la obligación de acudir a las reuniones, así que sólo va cuando no pueden hacerlo alguno de los otros dos portavoces. En cambio, el resto de partidos tiene la costumbre de llevar a sus tres portavoces. ¿Para qué? No se sabe, porque lo cierto es que no es necesario. En cambio, Elvira García trabaja -sin tener dedicación exclusiva como diputada- en numerosas comisiones. Los diputados de UPyD en la Asamblea han presentado una media de 800 iniciativas, el doble que el Grupo Socialista y 500 veces más que el PP. «No tiene ningún sentido que un diputado cobre por una función que no desarrolla», dijo el portavoz popular en la Asamblea en alusión a la diputada de UPyD.Sólo consiguió sembrar el pánico en sus propias filas.
Hace falta arrogancia para que el partido de Gürtel, de Bárcenas, de Brugal, del caso Aneri, o del ático en Guadalmina (por citar sólo unos pocos ejemplos) se permita orquestar -con la inestimable colaboración de los medios concertados- tan burdas operaciones. Hace falta arrogancia para movilizar a la Fiscalía cuando el Tribunal de Cuentas -cuya politización ha denunciado UPyD sin descanso- ha evitado ejercer su capacidad punitiva en los múltiples casos de financiación irregular que ha conocido. Hace falta arrogancia para atacar a una diputada de un grupo que está denunciando los impresentables sobresueldos que se reparte la cúpula del PP en la Asamblea de Madrid.
¿De dónde sale tanta arrogancia? De la impunidad. El bipartidismo paga poco o nada por sus abusos. Ya no se preocupan de limpiar su imagen -misión imposible a estas alturas- sino de simular que todos somos iguales. Instalados en en cinismo, pretenden decirles a aquellos que consideran los suyos: "mira, tienes razón, todos los partidos somos impresentables, pero nosotros somos vuestros impresentables". Para ello cuentan con la maquinaria mediática engrasada a base de publicidad institucional, licencias y ayudas públicas. El bipartidismo -con todas sus extensiones- contempla a UPyD como el auténtico peligro. Ni los secesionistas, ni los corruptos, ni la crisis: sólo UPyD amenaza su estatus privilegiado. Aterrorizados por las encuestas, insistirán en su peor mentira: que en España no hay alternativa a la corrupción.
Creen que UPyD se atemorizará cuando vea publicadas sus manipulaciones en la prensa amiga del bipartidismo. Si a estas alturas no han comprendido que esto no va a suceder, es que están tan ciegos para su propia crisis como lo estuvieron para la que sufren todos los españoles.
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